Si notas que los pies se salen de los pedales con más frecuencia de lo normal y sin motivo aparente, puede que el problema no sea el que imaginas. En este post te contamos las tres principales razones por las que los pies se salen de los pedales y cómo ponerle solución.
El sistema de pedales automáticos, popularizado por Shimano con su tecnología SPD ha revolucionado la manera en que nos conectamos con la bicicleta.
Su diseño permite una fijación segura, aportando eficiencia en la pedalada y confianza en la liberación cuando es necesario.
Sin embargo, este mecanismo requiere un ajuste equilibrado:
- Si la sujeción es demasiado floja, perderás estabilidad.
- Si es demasiado rígida, puede dificultar la extracción del pie en momentos clave.
Encontrar el punto justo es esencial para garantizar seguridad y comodidad en cada salida. ¿Tienes este problema? ¿los pies se salen de los pedales?:
- Revisa el estado de tus calas.
- La tensión del muelle.
- …y la compatibilidad con tus zapatillas.
Así disfrutarás de una conducción óptima.
Cuando estrenamos pedales o también cuando estrenamos calas o zapatillas, hay que hacer un ajuste adecuado. Una vez nos aseguramos de que las calas están bien colocadas, el siguiente paso es revisar la tensión del anclaje en los pedales.
Y eso nos lleva a las tres posibles causas que explican por qué los pies se salen de los pedales con demasiada facilidad:
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¿Cómo va la tensión de los anclajes en los pedales?
Si los pies se salen de los pedales se salen muy fácil, la causa más probable y la solución más fácil es reajustar el resorte de los pedales.
Todos ellos tienen un tornillo con el que podemos ajustar esta fuerza de anclaje. Mejor hacerlo poco a poco y probar. Y recuerda hacerlo en ambas caras del pedal.
Así podremos llegar fácilmente al tacto que más nos gusta, con el que nos sintamos más seguros. Esto es algo bastante personal, hay a quien le gusta ir muy “atado” y otros que prefieren un tacto más libre.
Los diferentes pedales también proporcionan tactos diferentes.
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El estado de las calas
Las calas son unas sólidas estructuras de acero que tienen bastante durabilidad, pero hay que pensar que están en un lugar en el que “sufren mucho”.
Pequeñas piedras, arena, agua, barro, van haciendo mella en la pieza y la van desgastando. Y, cuando se van desgastando, los pies se salen de los pedales con más facilidad.
Esto se puede ir compensando con el ajuste de tensión en los pedales, pero llega un momento en que ya toca cambiarlas, poner unas nuevas y volver a reajustar la tensión en los pedales.
3. Las zapatillas: ¿suela desgastada?
La firme fijación de los pedales al pedal no depende exclusivamente de los pedales y las calas, también de las zapatillas.
Es normal que la vida de las zapatillas dé para dos o tres cambios de calas, si no más, pero la suela se va desgastando también.
Cuando la goma de los tacos no apoya en los pedales, comenzarás a notar flotabilidad en el pie, excesiva libertad para que el pie rote libremente.
Esta flotabilidad nos indica que toda la responsabilidad de estabilidad y fijación recae sobre el pedal y la cala que, sin “la ayuda” de la zapatilla, pueden liberar el pie involuntariamente.
Revisa el desgaste de la suela, puede que sea hora de renovar zapatillas.
Ahora que ya conoces los factores principales por los que los pies se salen de los pedales, descubre cómo mejorar tu seguridad, optimizar tu equipo y elegir el calzado adecuado para tus rutas en los siguientes post:
- Top 5 de luces para la bici: ¡Hazte visible en todo momento!
- Cómo (y qué) revisar la bici antes de una carrera
- Consejos para elegir las zapatillas de ciclismo de carretera
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